MENTIRA

MENTIRA

Desde niños mentimos sin necesidad de que nadie nos enseñe, el niño miente por el temor a ser regañado, castigado. La mentira empieza en casa, luego sigue en el colegio, el niño le miente al maestro, al amiguito y así continúa la mentira en la vida adolescente, bien sea en torno a temas amorosos, sociales, esto lo dice el joven para sentirse aceptado, el adolescente llega a atribuirse historias que quizás nunca ha experimentado pero por la necesidad de sentirse respetado, valorado, hace que tome prestadas fantasías de personajes de películas, casi súper héroes porque la sociedad castiga a quien no encaja ya sea por temas estéticos, económicos, raciales.

Seguimos creciendo y llega la adultez pero la mentira permanece, el patrón del niño con miedo queda en la psique del adulto que miente ante su jefe por temor a ser reprendido, desvalorizado, o peor aún, temor a perder el trabajo, igual sucede con la pareja, la mentira como medida ante el temor a ser abandonado, no cambia, en la niñez, len a adolescencia, el adulto finge pretender alguien quien no es.

En la psicopatología está el trastorno del mitómano, quien miente contando historias personales colosales, grandiosas para impresionar al Otro a fin de llenar el “vacío” existencial, porque no se valora a sí mismo y necesita ser visto y considero por otros.

Finalmente se podría considerar que la mentira es un mecanismo de defensa para evitar dolor, rechazo, conflicto….Una táctica de supervivencia.

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