La persona se caracteriza por ser en apariencia cortés, educada, atenta pero detrás esconde rabia, ira, resentimiento, solo que lo manifiesta de forma sutil, disimulada. Usualmente acostumbra usar sarcasmos, tampoco admite equivocarse pues se considera “perfecta” y si le llaman la atención por algún fallo, tiene un sinfín de excusas para justificarse o simplemente desvía la mirada y responde con un sí desinteresado, para restar importancia al caso.
La persona pasivo agresiva elige a las personas a quienes puede agredir pues las conoce de antemano y sabe que son personas que no van a responder con agresión, además pertenecen a sus ámbitos laboral, familiar y escolar, menciono este último ámbito porque en la escuela el rasgo pasivo agresivo es el del hostigador o buleador.
En el ámbito laboral, la persona pasivo agresiva en lugar de decir un NO, suele procastinar, o usar excusas, como no recordar que le hayan asignado alguna tarea cuando no la quiere hacer, o hacerla mal para que la tarea se la asignen a otra persona; jamás se escucha a una persona pasivo agresiva decir, no estoy de acuerdo, no quiero hacer eso, estoy malhumorado, ya que no es capaz de poder expresar lo que siente pues detrás de la rabia se esconde el miedo.
Otro rasgo frecuente, es hablar mal de alguien a sus espaldas, cuando no está de acuerdo con una persona, pues como no tiene valor para expresar su desacuerdo cara a cara, busca que otros le den la razón.
Este tipo de persona ambién suele quejarse por todo, ya que se siente agobiada y presionada constantemente, sobre todo cuando las actividades no son de su agrado o no sabe cómo hacerlas y para ello, se victimiza y por ende no tiene que buscar soluciones.
Compleja y frustrante la relación con personas así…


